jueves, 1 de abril de 2010

Retorno masivo de saharauíes debe servir de indicador para organizaciones humanitarias


Oujda- El retorno masivo de los saharauíes a la madre patria, Marruecos, huyendo de los campos de Tinduf (suroeste de Argelia), tiene una gran significación y debe servir de indicador tanto a las organizaciones humanitarias como a la comunidad internacional, subrayó el presidente del Centro Marroquí de Estudios Estratégicos (CMES) de Rabat, Tarek Atlati.

El importante número de ciudadanos que han vuelto a la madre patria y el rechazo de otros de volver a los campos, después de su llegada a Marruecos en el marco de los intercambios de visitas familiares, muestra bien el deseo ardiente de los secuestrados en Tinduf de volver a su país, afirmó Atlati en una entrevista a la MAP, al margen del coloquio organizado en Oujda (este de Marruecos) sobre “la situación de los secuestrados de Tinduf y de las víctimas de expulsión colectiva de Argelia a la luz de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.

Para el investigador, este retorno masivo de los saharauíes es también un mentís contra las alegaciones de Argelia que no pierde oportunidad para hacer creer a la comunidad internacional que se trata de “refugiados”, mientras que, en realidad, están secuestrados por la fuerza de las armas en condiciones inhumanas y privados de sus derechos más elementales. La entidad separatista es una “banda de criminales” que utiliza las poblaciones secuestradas como “fondo de comercio”, según explicó.

Argelia, a través de sus manipulaciones y su apoyo al “polisario”, pone en peligro toda la región que se convirtió en un refugio para las redes terroristas y las especializadas en el contrabando y el tráfico de armas. Además de esto, Argelia usa sus ingresos de petróleo, de los que debe, normalmente, beneficiarse el pueblo argelino, para perjudicar la imagen de Marruecos y su integridad territorial, lamentó Atalti, igualmente miembro de la Asociación Internacional de Ciencias Administrativas (AISA, en sus siglas en francés).

Destacando la estabilidad política y los progresos realizados en materia de democracia y derechos humanos en el Reino, que ya es un modelo en la región del Norte de África y Oriente Medio, Atlati subrayó que las organizaciones internacionales de derechos humanos no pueden, prácticamente y desde el punto de vista del derecho internacional, hacer una comparación entre Marruecos y Argelia en materia de democracia y respeto de los derechos humanos.

Para Atlati, las organizaciones humanitarias dependientes de la ONU tienen el deber de elaborar informes objetivos “lejos de los pasillos del petrodólar argelino para encontrar una solución a estos marroquíes que esperan impacientemente su regreso a la madre patria”.

Por otra parte, subrayó que la expulsión por Argelia de 45.000 familias marroquíes en 1975 es un “crimen contra la humanidad”, denunciando la decisión del gobierno argelino de expropiar los bienes de estos millares de marroquíes que han ayudado a Argelia en su lucha contra las fuerzas de ocupación.

Volviendo sobre el conflicto artificial del Sahara, Atlati, que es también coordinador del Foro mundial “Ciencias y Democracia”, alabó el coraje político del Reino a través de la propuesta realista del plan de autonomía que va a permitir a los saharauíes gestionar sus propios asuntos, iniciativa que se inscribe, según el mismo, en la línea recta de las reformas democráticas que vive Marruecos.

El nuevo Enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sahara debe tomar en consideración las conclusiones contenidas en el último informe de su predecesor, Peter Van Walsum, y Argelia está llamada a mostrar buena voluntad para llegar a una solución pacífica a este conflicto, favoreciendo así la edificación de la Unión del Maghreb Árabe, agregó.
Advirtiendo de los peligros que podría suscitar la existencia de una entidad fantasmagórica en la región, Atlati llamó a un intervención urgente de las grandes potencias para ejercer presión sobre Argelia y el “polisario” para que se adhieran a la propuesta pacífica del Reino.

-map-