miércoles, 5 de mayo de 2010

POLISARIO : Organismo antifraude de la UE revela los mecanismos de desvío de la ayuda humanitaria en los campamentos de Tinduf

Un reciente informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) reveló destinadas a las poblaciones secuestradas en los campos de Tinduf, afirma lunes el Instituto europeo de los estudios estratégicos (European Strategic Intelligence and Security Center- ESISC).
El ESISC, cuya sede está en Bruselas, afirma haber tenido conocimiento de este informe confidencial, fruta de una investigación realizada por la OLAF, que destaca la persistencia de la borrosidad mantenida por Argelia y la dirección separatista en torno al número real de las poblaciones retenidas en los campos de Tindouf, además de la falta de transparencia y responsabilidad de Cruz Rojo argelino y el déficit del control.
La ausencia total de un censo de las poblaciones presentes en los campos de Tinduf da lugar a una verdadera escalada de las cifras. Así pues, tal como lo recuerda el ESISC, “en 1978, Argelia habla de 50000 personas en un informe entregado al ACNUR. En los años ochenta, el Polisario reivindica a 300000 personas mientras que algunas ONG adquiridas a su causa avanzan la cifra que confunde de 700000 refugiados. Desde la mitad de los años 90, tanto el Polisario como las autoridades argelinas estiman a la población sahraoui de los campos en 165000 personas.
En 2005, a la espera de un censo serio, el PAM (Programa Mundial de Alimentos) y el ACNUR decidieron conceder su asistencia humanitaria a una población evaluada en 90000 personas. Ahora bien, según distintas evaluaciones de la población efectuadas por expertos en demografía en base a imágenes satelitales o a testimonios de responsables del Polisario, el número de refugiados se situaría entre 40000 y 50000”
Este parámetro del número de los habitantes de los campos de Tindouf, obligación estatutaria del ACNUR, no se precisó nunca debido a que “Argelia indica por muchos años desde un menosprecio total ante las solicitudes reiteradas del ACNUR puesto que condiciona el censo a una solución global del conflicto en el Sahara occidental. Ahora bien, como “Estado de recepción” de los campos, las autoridades de Argel tienen obligaciones legales, políticas y morales frente a las poblaciones sahraouis. Estas obligaciones incluyen las de facilitar la ejecución del mandato del ACNUR y de permitirle garantizar la protección de las poblaciones al autorizarlo a efectuar un registro y un censo de estas poblaciones”, considera el ESISC.
Este último recuerda por otra parte, que estas obligaciones incluyen el hecho “de velar para queel carácter civil y humanitario de los campos de los refugiados no esté comprometido por la presencia o las actividades de elementos armados” citando los estatutos del ACNUR.
La borrosidad tiene dos consecuencias constata el ESISC, citando el informe de la OLAF: hace “el ajuste de la ayuda imposible. Ahora bien, es crucial poder proporcionar, en particular, a los niños de baja edad, un régimen alimenticio adaptado.” Y “contribuye a mantener los tráficos en todas las clases y el desvío de la ayuda humanitaria puesto que el ACNUR no dispone de una presencia permanente en los campos de Tindouf y que, de manera general, las visitas “extranjeras “en los campos son limitadas en gran medida y controladas por Argelia”
Para las necesidades de esta investigación de seis meses, rastro en Bruselas (ante la ECHO, la Oficina de ayuda humanitaria de la Comisión Europea), así como en Argelia, en Marruecos y en otros países de la región, la OLAF “utilizó los medios más sofisticados, llegando hasta disimular balizas de gea localización en contenedores destinados al Polisario”, indica el ESISC.
“A la llegada, los descubrimientos que se hicieron valían bien este esfuerzo inédito: así pues, una vez que la ayuda humanitaria llega a Oran, pone por término medio 48 días finalmente para ser transportada a los Campos de Tindouf mientras que una gran parte de los cargamentos llega nunca a las poblaciones sahraouies en la necesidad”, prosigue la misma fuente, precisando que el informe de la OLAF enumera cómo el “Creciente Rojo argelino es el primer beneficiario del desvío de la ayuda, seguido por los dirigentes del Polisario que aprovechan de esta cesta financiera para adquirir armas, pero también y sobre todo bienes inmuebles personales a Canarias o España”.
“Los investigadores de OLAF llegaron hasta localizar con precisión las máscaras utilizadas por los jefes del Polisario para almacenar la ayuda desviada antes de redistribuirlo en los mercados subsaharianos. Identificaron también a los responsables del Frente Polisario culpables de estos desvíos y encontraron una parte de los chalets de lujo comprados en el sur de Europa”, indico el ESISC.
“Como es de norma, se proporciona una parte de la ayuda humanitaria europea en forma de fondo que debe servir para financiar compras in situ, por lo tanto en Argelia”, recuerda el ESISC, destacando que “las autoridades de Argel aplican, ilegalmente, impuestos sobre estas compras”.
¡“En otras palabras, no sólo se desvía la ayuda sino que además, el Estado argelino recupera los impuestos sobre bienes comprados en su territorio! en fin, una parte del dinero de los contribuyentes europeos destinados a la ayuda humanitaria sirven pues para enriquecer al Estado argelino por medio de su sistema fiscal”, deplora al Instituto.
El ESISC recuerda, por otra parte, que la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude no está sola la que pone de relieve estas prácticas mafiosas, en total contradicción con el derecho humanitario. Numerosas investigaciones diligenciadas por varias ONG internacionales, también, establecieron la existencia en los mercados, en particular, mauritanos y argelinos, de importantes cantidades de comidas procedente de la ayuda humanitaria internacional.
-MAP-