sábado, 15 de mayo de 2010

El Polisario contra los saharuis; la Guerra contra la solución autonómica


La amenaza de volver a la Guerra hecha por el representante del Frente Polisario en España ya debería ser suficiente motivo como para que nuestros inefables políticos de derechas y de izquierdas tomaran por fin una decisión

¿Estamos ante los prolegómenos de una nueva guerra entre el Frente Polisario y Marruecos?

Eso se desprende de la información de la agencia de noticias españolas EFE según las manifestaciones del delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, quien frente a la posición del Reino de Marruecos del establecimiento de un Plan Autonómico homologable al español en sus provincias del sur.

Las llamadas al posible enfrentamiento armado de Beyun fueron puestas de manifiesto en Madrid, en su intervención en un seminario organizado por Izquierda Unitaria Europea, en la que participó también Aminatu Haidar que, por lo visto después de su puesta en escena de la huelga de hambre en Canarias, sigue viajando entre España y Marruecos, país éste que le paga un sueldo, pese a sus ‘oportunistas’ declaraciones y puestas en escena contra Marruecos, cuya nacionalidad es la que emplea para recibir recursos, pero de la que reniega cuando conviene.

El apoyo español al frente Polisario queda en manos de un reducido colectivo social, que por motivaciones humanitarias o de pura y simple nostalgia política, suponen un engañoso freno a la evolución de una situación que dura más de treinta años.

El Frente Polisario, que a lo largo de su historia ha ametrallado a soldados españoles o marroquíes, es la única representación política de la supuesta República Saharaui, por lo tanto estamos ante un partido que hasta ahora ha sido endogámico, incluso a sus fundadores los repudia en cuanto hablan de otras posibilidades de solución para los saharuis –hoy por hoy considerados marroquíes por el Derecho Internacional-, se niega a reconocer otros partidos políticos que puedan representar a los saharuis y buscan la creación de un ‘Estado’ que está llamado a ser un Estado Fallido en una región del Sahara como es la parte occidental del Sahel, tierra abonada para terroristas como los del AQMI y de bandas de delincuentes, cuando no una mezcla de ambos colectivos.

Marruecos ha elevado a las Naciones Unidas y ante la nueva administración de EEUU su plan de autonomía, lo que llevaría a los saharuis a un autogobierno en materas como la educación, las infraestructuras, en fin, una autonomía que deja en manos de Marruecos la defensa y la seguridad en la zona, donde se necesita, precisamente un Estado que asegure que el terrorismo de etiología Yihadista no encontrarán por ahí una vía de acceso, ni hacia Argelia ni hacia Marruecos. Argelia debe abandonar el frentismo unas veces sutil y otras veces más a las claras. Es uno de los países del mundo que más ha sufrido el terrorismo yihadista y debiera entender la propuesta de Marruecos como una oportunidad para la estabilidad en la zona.

Conocemos testimonios horribles el Frente Polisario ha mirado para otro sitio cuando en los campamentos de Tinduf se han permitido situaciones de exclavitud; que activistas de os Jat Achahid una excisión más radical persiguen a quienes huyen hacia Marruecos, necesitan de las terribles condiciones de vida de esos campamentos para justificar sus posiciones anacrónicas en unos momentos que son claves. Beyun dijo en Madrid que para lograr sus intereses “utilizaremos todos los medios e instrumentos a nuestro alcance. Y cuando digo todos, me refiero a la posible vuelta a las armas en caso de que no se imponga una posición definitiva a este conflicto de acuerdo al derecho internacional".

La llamada a las armas de Beyun son aplaudidas por polisarios que han vivido y crecido en España, son jóvenes, con formación universitaria y que desde la seguridad europea dibujan en páginas de internet planes operativos para ataques, propios de la guerra de guerrillas, a intereses marroquíes e incluso intereses comunes de España y Maruecos. España, desde el ‘nadismo’ político que representa Zapatero no se posiciona junto al régimen de Mohamed VI y tendremos que asumir las consecuencias, pues de cumplirse las amanezas de estos polisarios, Marruecos tendrá en España a buena parte de sus ideólogos y apoyos logísticos enemigos, como ocurrió cuando el terrorismo yihadista en los años 80 y 90, asesinaba y masacraba en Argelia, mientras nuestros servicios secretos, policías y guardia civiles apenas sabían por dónde se movían ciertos terroristas que en España tenían su lugar de descanso, su refugio. Igual que ocurría con Francia en aquellos años en relación con ETA. España debe tener una posición clara de apoyo al Reino de Marruecos en el caso del Sahara, pues el Polisario ha demostrado, más allá de llamadas a ayudas humanitarias, ha contado con el apoyo suficiente para adquirir nuevas armas y nuevos combatientes. ¿De dónde han salido esas armas?, ¿y si hubieran salido de determinados movimientos islamistas que están pagados por debajo de la mesa por gobiernos cercanos? (excluyo expresamente a Argelia)…¿Nadie toma nota del surgimiento de la Dawa Tabligh Efrikia, que anda haciendo de las suyas en todo el Magreb con dinero procedente desde Libia?. Inmiscuyéndose incluso en asuntos internos españoles. ¿Nadie toma nota de ciertos movimientos en los que se incardinan pakistaníes que se mueven por el Sahel y por España a su libre albredrío?.

La amenaza de volver a la Guerra hecha por el representante del Frente Polisario en España ya debería ser suficiente motivo como para que nuestros inefables políticos de derechas y de izquierdas tomaran por fin una decisión y, en mi opinión no puede ser otra que sumarse con Francia y Estados Unidos, así como otros países europeos y de África, a la generosa apuesta de Marruecos la única que pude ofrecernos garantías a todos de estabilidad y seguridad en la zona. Hacer otra cosa es experimentar con dinamita inestable.
Chema Gil/ www.gacetaforense.es