La Primavera del Maghreb ha puesto de manifiesto que el frente Polisario vive un particular vía crucis que amenaza su propia existencia. A la perdido de gran parte de su credibilidad internacional, la fuga de destacados dirigentes-fundadores y el éxodo de jóvenes abocados a una vida miserable; la cúpula directiva del grupo separatista se enfrenta al nacimiento de una alternativa política que puede convulsionar los cimientos de un corpus ideológico basado en el marchito pensamiento de un solo hombre, Mohamed Abdelaziz, y una sola dirección política, la impuesta por la cúpula militar argelina.
Se ha presentado en Paris un partido político, la denominada Reagrupación Saharaui Democrática (RSD),nacido en el seno de la entelequia de la autodenominada República Saharaui , que coincide con la aparición de una nueva amenaza terrorista de corte islamista en la región , la Jihad Islámica Saharaui., que propugna la lucha armada contra dos objetivos prioritarios, “ la corrupción de los dirigentes del Polisario y el gobierno apóstata de Marruecos”.
Esta formación terrorista sintetiza los peores temores del investigador José María Gil (GLOBEDIA. Nuevo partido político contra el Polisario y amenazas terroristas), que recuerda que en enero fueron desarticuladas dos células terroristas en el interior de Marruecos y entre los detenidos uno dijo ser del Frente del Jihad Saharaui. Semanas después, fuera de los muros de protección en el Sáhara, las fuerzas de seguridad marroquíes se incautaban de un arsenal, incluso con lanzaderas de Regs y Kalasnikov, además de abundante munición, y arrestaron a 27 personas vinculadas a Al Qaeda en el Magreb Islámico.
Según ha sabido este analista especializado en terrorismo yihadista, buena parte de los mensajes referidos a la Jihad Saharaui están realizados desde el Sáhara Occidental y los autores mantienen relación con grupos terroristas chechenos y espacios dedicados a hacer proselitismo del yihad violento, en algunos casos contra España y Marruecos, a los que señala juntos como elementos contrarios al Islam y a la implantación del Califato Global.
Respecto a esta nueva formación política, presentada públicamente por su portavoz y cofundador, Salah Khatri propone a los saharauis "un futuro basado en la democracia, la justicia y la libertad", cortando definitivamente con las prácticas "tiránicas" del polisario, autoproclamado representante del pueblo saharaui.