miércoles, 30 de marzo de 2011

Nuevo partido político contra el Polisario y amenazas terroristas


El Polisario, con la credibilidad internacional por los suelos, se enfrenta a las ansias de democratización de los saharauis de los campamentos de confinamiento de Tinduf. Han creado un nuevo partido político y todo coincide con las primeras amenazas de la Jihad Islámica Saharaui



Chema Gil*



Los saharauis que mal viven en los campos de confinamiento de Tinduf (Argelia), merced al acuerdo entre el Frente Polisario y Argelia han comenzado a caminar hacia la democratización y lo han hecho presentando en París un Partido Político, dentro de la autodenominada Republica Saharaui; una suerte de entelequia que ha sido dominada ‘manu militari’ durante 35 años por el Frente Polisario que, en los años 70 del siglo pasado se autodenominó partido único y se arrogó la representación ante el mundo de todos los saharauis.

Pues bien, coincidiendo con esta iniciativa, que supone una declaración de intenciones que ha desconcertado a los líderes del Frente Polisario, han comenzado a expandirse por diferentes foros de Internet, incluso en medios de comunicación dentro de Marruecos, la amenaza de un novedoso, aunque ya conocido supuesto grupo terrorista, que desde planteamientos soberanistas y religiosos, ha declarado la guerra a España y Marruecos –coincidiendo con los objetivos de Al Qaeda en el Magreb Islámico- pero no se cita a Argelia.

Hace unos meses publicábamos en exclusiva que un Frente del Jihad Saharaui había comenzado a hacer proselitismo desde Internet, siguiendo las pautas habituales de las diferentes franquicias de Al Qaeda. Semanas después fueron desarticuladas dos células terroristas en el interior de Marruecos y entre los detenidos, uno dijo ser del Frente del Jihad Saharaui. Semanas después, fuera de los muros de protección en el Sáhara, las fuerzas de seguridad marroquíes se incautaban de un arsenal, incluso con lanzaderas de Regs y Kalasnikov, además de abundante munición, y arrestaron a 27 personas vinculadas a Al Qaeda en el Magreb Islámico. Entre los detenidos, un marroquí que había estado residiendo en Italia.

El comunicado que ha aparecido en francés dice lo siguiente:

 Le Jihad Islamique Saharaui, devant la corruption des dirigeants du Polisario, est uni à la Guerre Sainte contre les croisés et le gouvernement apostat du Maroc. Nous tuerons ceux qui soutiennent dans toute manière au sátrapa Mohammed VI, spécialement à ces journalistes qui font souffrir à nos frères. Est arrivée l'heure d'unir notre lutte à à celle ordonnée par l'Osama frère Bin Laden, à auquel Dieu Garde. Ainsi, vous Combattez contre ceux qui ne croient ni en Aile ni dans le dernier Jour, qu'ils n'interdisent pas cela qu'Aile et Son messager ont interdit, et qui ne profesan la religion de la vérité entre lesquels ils ont reçu le Livre jusqu'à ce qu'ils payent la capitación et ils soient humiliés .

 Traducción: La Jihad Islámica Saharaui, ante la corrupción de los dirigentes del Polisario, se ha unido a la Guerra Santa contra los cruzados y el gobierno apóstata de Marruecos. Vamos a matar a aquellos que apoyan al sátrapa Mohamed VI, especialmente a los periodistas que hacen sufrir a nuestros hermanos. Es llegada la hora de unir nuestra lucha a las órdenes del hermano Osama Bin Laden, al que Dios proteja (guarde). Así lucharemos contra los que no creen en Allah y Su Mensajero y los que no profesan la religión de la verdad del Libro hasta que paguen con la capitación y sean humillados.

 Todos los expertos en terrorismo consultados en España, Marruecos y Francia llaman la atención sobre el hecho de que no se mencione a Argelia en el texto, cuando el mandato de Osama Bin Laden era atacar a Argelia, Marruecos, Francia y España. Si bien no dan excesiva importancia a lo que parece una ‘declaración de intenciones’, sí que han coincidido en que ha de ser un fenómeno al que ha de realizarse un seguimiento detenido.



En la realización de esta información hemos podido comprobar que buena parte de los mensajes referidos a la Jihad Saharaui están realizados desde el Sáhara Occidental y los autores mantienen relación con grupos terroristas chechenos y espacios dedicados a hacer proselitismo del yihad violento, en algunos casos contra España y Marruecos, a los que señala juntos como elementos contrarios al Islam y a la implantación del Califato Global.

 Todo aparece cuando en Marruecos se están realizando manifestaciones de carácter social, pero en las que de manera sombría y muy disimulada está operando el movimiento Justicia y Espiritualidad, del Seijk Abdesalam Yassine, quien ha preconizado desde hace años derribar la monarquía alauita y la creación en Marruecos de una república islámica de corte iraní. De hecho, pese a que pueda parecer como una mezcla imposible, el agua y el aceite, en el mundo islámico radical puede mezclarse cuando tienen un objetivo común. Así, Yassine que se presenta como un casi místico sufí, -pura apariencia- es en realidad lo que denominan muchos musulmanes un lobo con piel de cordero.

 En relación con el nuevo partido Saharaui, que se enfrenta al Frente Polisario, Reagrupación Saharaui Democrática (RSD), creado en los campos de Tinduf (sur de Argelia), propone a los saharauis "un futuro basado en la democracia, la justicia y la libertad", cortando definitivamente con las prácticas "tiránicas" del polisario, autoproclamado representante del pueblo saharaui.

 Durante una rueda de prensa celebrada el viernes en París, el portavoz y cofundador del partido, Salah Khatri, presentó los objetivos de esta formación para permitir a los saharauis elegir libremente a sus representantes.

 El nuevo partido se dijo favorable a "una solución política consensual" a la cuestión del Sahara" que tenga en cuenta los intereses de nuestra región, el Magreb", indicó.

 Creada por una juventud desesperada frente al "déficit del Frente polisario en cuanto a una salida del impasse" y a " la pérdida de la esperanza y la ausencia de democracia", esta formación política prevé posicionarse en tanto que alternativa "democrática" al polisario, destacó.

 "Somos una solución política y social" para los Saharauis, precisó antes de destacar que la solución del conflicto del Sahara "pasa por la vía democrática".

 Para él, el establecimiento de un régimen democrático en los campos pasa por " el derecho de participación en las elecciones, el derecho a la educación, a la salud, la cultura, la consideración de las minorías, la garantía de la igualdad de los derechos para todos los saharauis, y el respeto de las libertades".