viernes, 24 de septiembre de 2010

El conflicto del Sahara Occidental 2010

Por Román López Villicaña/UDLAP
Miércoles, 22 de septiembre de 2010

Este año como hace ya más de una veintena, el conflicto del Sahara Occidental se discutirá en la 4ª. Comisión de las Asamblea General de las Naciones Unidas, del 4 a 8 de Octubre. Este diferendo se ha estancado debido a la intransigencia de los POLISARIOS*, quienes tienen una visión errónea y anticuada de la Libre Determinación de los Pueblos. Esta visión es la derivada de la resolución 1514 que luego de la Segunda Guerra Mundial, fue muy útil para lograr la independencia de las colonias europeas en Asia y Africa. Así nacieron a la independencia un gran número de países en los años sesenta, que engrandecieron a las Naciones Unidas. Hoy el significado ha ido evolucionando desde 1945, hasta llegar a algo más cercano a la democracia, pasando por una reacción contra la desintegración de estados nacionales, reconocidos por la comunidad internacional.
Más importante que la anterior, resultó ser la resolución 1541 (XV) del 15 de diciembre de 1960, que dice que si bien es indispensable que las poblaciones autóctonas expresen su voluntad libremente, no siempre esto tiene que llevar a la creación de un nuevo Estado soberano o a la independencia, sino que por el contrario, también puede llevar a la libre asociación o a la integración con otro Estado. Para que la libre autodeterminación se lleve a cabo, dice la resolución 1541, deben existir dos criterios básicos: a) diferencias étnicas y culturales, y b) la separación geográfica entre colonia y metrópoli.
Este no es el caso del Sahara Occidental, pues desde el punto de vista geográfico está unido a Marruecos y siempre lo ha estado, son parte de una franja y planicie costera que va desde los confines de Mauritania hasta España. Históricamente Marruecos siempre controló la región, así como la ruta de comercio que iba desde el río Senegal hasta el Mar Mediterráneo. Esta ruta trajo durante siglos mercancías exóticas de Africa Subsahariana a Europa. Saharauis y marroquíes son el mismo pueblo, lo único que los dividió momentáneamente fue el colonialismo español que ocupó la zona. Los europeos, desde los años ochenta del siglo XIX, consolidan sus economías y pueden proyectar su poderío hacia el exterior. Por esto, se reparten todo el continente africano, luego de la conferencia de Berlín de 1884-85. En lo étnico, entonces, son el mismo pueblo, lo único que los separa hoy son las ambiciones expansionistas argelinas. En lo religioso profesan la misma religión: el islam suní.
De acuerdo a la resolución 1541 no debería de haber ninguna separación en estos pueblos, son hermanos todos, separados únicamente por la ambición extrañas, que tratan de impedir la reunificación marroquí. Cabe recordar que Marruecos sufrió como ninguna nación de Africa del Norte, fuertes embates del colonialismo. En primer lugar su territorio se lo repartieron dos potencias coloniales: España y Francia, las que ensayaron todo tipo de mecanismos de dominación en su territorio. Así España se apoderó el Rif que lo sometió a colonialismo directo y antes también a las plazas de Ceuta y Melilla. En Ifni España ensayó una especie de protectorado y en el Sahara Occidental estableció una colonia administrada directamente desde Madrid. Francia por su parte, le arrebató a Marruecos inmensos territorios en el Sahara para anexarlos a Argelia, que era su "provincia de ultramar", a la vez que debilitaba a Marruecos para poder someterlo a su dominación colonial. Debilitado el Imperio Marroquí, Francia procedió a someter a Mauritania y a establecer un protectorado sobre el resto de Marruecos.
Luego del sometimiento, Marruecos ha procedido a recuperar paso a paso su territorio, mediante métodos pacíficos, evitando poner en peligro la paz y seguridad regionales. Uno de estos territorios es el Sahara Occidental, al que Marruecos ha ofrecido una amplia autonomía que será sometida a referéndum. Le falta por recuperar Ceuta, Melilla y algunas islas frente a su costa. La autonomía ofrecida permitirá a ese pueblo ejercer su derecho a la libre determinación, tal y como la que México ofreció a los indígenas mexicanos, en el artículo 2 de nuestra constitución:
"La nación mexicana es única e indivisible…El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de autonomía, que asegure la unidad nacional…Esta constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación, y, en consecuencia, a la autonomía para:
1. Decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural…"
*Alusión al grupo minoritario de seguidores del llamado Frente Popular para la Liberación de Saguiat el-Hamra y Río de Oro, territorio marroquí que paso a integrar la colonia española del Sahara Occidental y que hoy viven en el oasis de Tinduf que fue un territorio marroquí agregado por los franceses a Argelia.
Fuente:
www.e-consulta.com/index.php?option=com_content&task=view&id=59228&Itemid=210#